Hoy decidimos ir a ver uno de los templo Hindúes más importantes, las Batu Caves. Myriam se adelantó a buscar a nuestro amigo Chef Venezolano, que seguiremos llamando L. para preservar su anonimato, mientras yo terminaba de cargar las fotos del blog del día anterior.
Cuando terminé salí del hotel hacia la parada de metro donde estaban ellos y de repente me cruzo con un hombre que venía desde lejos mirandome fijamente. con un turbante el la cabeza, barba larga pero arreglada y camisa elegante con pantalón de pinzas. Al llegar a mi altura me suelta "Congratullations for your recent wedding" (Felicidades por tu reciente boda), a lo que perplejo le respondo que gracias. Inmediatamente escribe en un papel algo, lo arruga y me lo da a mi mano, cierro la mano y empieza a contarme cosas de mi trabajo, de mi antigua empresa, de mi vida en general. Me dice que es un Yogui (maestro Yoga o algo así) y que se dedica a viajar por el mundo ayudando a la gente con la que se encuentra.

Lo cierto es que desde el principio pensé que me iba a pedir dinero, pero al contarme tantas cosas (ya os las contaré en persona, porque son personales y no quiero ponerlas en el blog), dejé de pensar en esa posibilidad. Cuando terminó me dijo que mirara en el papel mi edad, el nombre de mi esposa y mi color favorito. ambos tres estaban en el papel, y sobre todo el nombre de myriam correctamente escrito con la Y griega primera. Se marchó, nos despedimos, le dí las gracias y no me pidió ni un duro. Sólo me dió un consejo para mi trabajo y otro para mi vida. Aun estoy flipando un poco.

En fin, el caso es que empezamos nuestro viaje al templo hindú con una experiencia iluminadora y extraña que nos abría el camino. El vagón de sólo mujeres iba casi vacío, con aire acondicionado mientras nosotros pasabamos calorcito en el vagón del resto de sudorosos machos malayos, pero que se le va a hacer...
Sí, padres, estamos pasando mucho calor. aquí hace 26 grados a las 8 de la mañana y sube a treinta y pico durante el día para volver a esos 26 grados durante la noche. salvo rafagas de aire esporádicas y los aires acondicionados de los establecimientos y transportes que utilizamos de refugio temporal, no hay más respiro al calor intenso con alto % de humedad que sufrimos a diario.

Pero que bien se está en este pais. me encanta. La gente habla inglés todo el mundo, te puedes entender en los carteles, es un pais realmente cosmopolita, con una mezcla de culturas real, variada e intensa. musulmanes, con indios, malayos, chinos y tailandeses, todos comparten vida, calles, culturas y vivencias de una forma civilizada y coherente. Cuanto tenemos que aprender de estos paises cuando en el nuestro se habla de racismo. Aquí es una palabra que no tiene sentido.


En fin, que me ando por las ramas. El caso es que hemos ido al templo, al que se accede subiendo 273 escalones empinados (recuerdese a 32º y con humedad 95%), que está dentro de una cueva con altos techos que recuerdan a los de una catedral natural hecha con las estalactitas de la roca caliza y el agua de tantos miles de años. La entrada, y casi todo el recinto, está flanqueado por monos expertos en las artes de la distracción y robo de comida a los turistas, por lo que hay que andarse con ojo si no quieres llevarte un susto.

Myriam se ha pintado un punto rojo en la frente para pasar desapercibida entre la gente y hemos visto unas cuantas representaciones de Shiva con cabeza de elefante o mono y distintos colores de piel, verde azul, marrón, con tres cabezas, con ocho brazos, volando... es la religión con representación más marciana que conozco. Pero bonitos templos, muy coloridos y gente extrañamente mística y atrayente (sobre todo las indias, jejejeje).
Despues de un té con leche, escanciado como hacen ellos para que coja espuma, nos hemos ido al barrio chino a probar delicatesen típicas de la cocina china. No os imaginais cuan diferente es el menú de aqui de un restaurante chino con los que hay en España.
Os dejo algunas fotos de los animalitos que hemos comido.
Mañana es noche vieja y aún no hemos decidido donde celebrarlo, pero lo que si tenemos es entradas para subir a las Petronas. Ya os contaremos.
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