viernes, 6 de enero de 2012

Ultimo día por los caminillos de Langkawi

Esta mañana hemos ido a las tiendas donde nos alquilaron cada una de las motos a pedir que nos amplien el plazo de devolución porque queríamos ir a ver las playas del norte. 
Teníamos ganas de mas playeo, porque este viaje hemos estado mas tiempo en ciudad que en la playa, asi que queríamos aprovechar al maximo. 

Hemos cogido la carretera que va por el lado contrario de la isla para ve rnuevos parajes. Esta carretera es la que va dirección a Kuah, que digamos es la ciudad industrial y de comercio de la isla. (Nosotros estamos en Pantai Cenang que sería el pueblo turístico de tiendas y restaurantes).

Al llegar a Kuah nos hemos equivocado en un cruce y hemos cogido una carretera llamada Beringin que nos ha llevado a un resort abandonado en una playa desierta. En seguida mi mente de empresario se ha puesto en funcionamiento a pensar en cómo podría desarrollar ese hotel abandonado y convertirlo en la ibiza de Asia. Pero luego he recordado que aquí no pueden comprar tierras los extranjeros, y supongo que montar toda la inversión en tierra de otro es un poco jodido, y sobre todo tan lejos. Pero se podrían hacer grandes cosas...

Luego hemos cogido la carretera correcta y hemos seguido rumbo norte, cruzandonos con muchos monos en la carretera, que cruzan como peatones, mirando a los dos lados y esperando que no venga nadie. También vimos una especie de varano, un lagarto de mas de un metro de largo, al borde de la carretera. Parecía como si lo hubiera atropellado algún coche, porque no se movía, pero tampoco probamos a tocarlo, no fuera a ser que estuviera dormido y nos echara un bocao. 



Al final llegamos a la tan deseada playa de Tanjung Rhu, en la que pasas por un camino privado y te hacen firmar un papel con unas normas de conducta, comprometiendote a no entrar en la parte oeste de la playa donde está el resort de megalujo y sus icachones, a los que no puedes mirar a los ojos directamente porque te disparan los francotiradores (esto ultimo no tengo pruebas de ello, pero seguro que es verdad).



Al lado del hotelazo, hay unas tiendas y unas cabañitas con un restaurante para dar de comer a las excursiones organizadas que vienen en barco en los tours organizados que te llevan a ver las mejores playas de la isla. Nosotros pudimos hacer lo mismo pero en vez de en barco, en moto. (Y pagando una miseria). Aqui la gasolina está a 25 centimos de euro el litro, y para dar la vuelta a la isla no gastamos ni un deposito entero de la motillo que eran de 3 litros mal contados. 



Myriam estuvo comprandose un Sarong de esos que son un pañuelo, vestido, toalla y no se que mas cosas y yo este viaje creo que es el que menos cosas me he comprado. Estoy perdiendo el placer a comprar. Con lo que yo he sido de caprichoso... cachis.  

Cuando terminamos de comer en una de las cabañitas, nos fuimos a ver otra playa que nos habían dicho que era también muy buena. Se llama Black Sand, pero no pudimos apreciar muy bien porqué se llama así. Unicamente en algunos trozos de playa, hay algunos granitos de arena de color negro, que hacen que ligeramente, si le da el sol de aquella manera, un trozo de un metro de playa pueda parecer grisaceo. Eso es todo. La playaza espectacular también y de nuevo bañandonos absolutamente solos, hasta que se corrió la voz de que había una chica en bikini y vinieron unos cuantos lugareños a ver a la moza de turno. 

Que por cierto, le han dado un casco del Real Madrid para hacer esta segunda etapa con la moto. Parecía un poco más seguro que el casco de juguete de la anterior compañía pero tiene la misma pinta de no servir mas que para quitar multas. 

Aqui, por cierto, aunque hay un cuartel de policia gigante, debido a la cercanía de la forntera con tailandia, no hemos visto ni un solo policia por la calle. Y eso que está prohibido beber alcohol y conducir y se podrían forrar a poner multas a los turistas que suelen ir un poco pedo en las motos (nosotros no, por supuesto). 

De vuelta a nuestro pueblo, después de haber recorrido absolutamente todas las carreteras de la isla, nos fuimos a ver los campo de arroz, que ahora conservan como simple atracción turística. No hay mucho que ver, y tampoco hay una visita organizada, asi que entras, los ves y te vas.

Nosotros nos fuimos a la playa, a ver nuestro ultimo atardecer en la isla. En un chiringuito playero, tomando cerveza y dumplings (como tapas chinas), y viendo los adornos navideños mezclados con las palmeras en la playa. 



Por la noche nos fuimos a cenar otra vez a un restaurante chino. Repetimos con las verduras Kampong, que se preparan en un wok con salsa picante (y mal oliente) pero deliciosa y chiles rojos asesinos, y un mero que cogieron de la pecera, de nuevo para sacrificarlo en nuestro nombre, y darnoslo a comer en sacrificio, cocido al vapor y macerado en salsa de soja.
Estaba buenísimo, pero la pinta era amenazadora para la salud de nuestros estomagos el día antes de partir a un viaje de mas de 24 horas que nos devolverá a la dura realidad del frío invierno en España. 

El viaje a Malasia ha sido todo un descubrimiento. Un pais lleno de contrastes, una mezcla de culturas, real; En la que la cocina es protagonista absoluta del día a día de los malayos. Comer varias veces al día, platos de distintas regiones, china, malay, india, singapore, hong kong es algo habitual en el dia a dia. La gente comparte su desayuno con gente de otras religiones y culturas con un respeto y tolerancia que ya nos gustaría ver a los que nos consideramos mas civilizados y qué equivocados que estamos.
Esta gente son un ejemplo de convivencia y respeto del que tenemos muchismo que aprender. Playas increibles, ciudades cosmopolitas, tecnologicamente avanzadas y población bilingue en inglés, cualquier persona de cualquier edad. Probablemente volveremos. Probablemente habrá otro blog de otras regiones de malasia, borneo quizás. Pero esa es otra historía que contaremos mas adelante. 

Hasta entonces... Buenos viajes y Feliz Año 2012. 

jueves, 5 de enero de 2012

Ver peces, comer peces


Hoy teníamos planificado nuestro buceo en Malasia, y no nos ha hecho falta ni poner el despertador para levantarnos como unos cohetes a las 7:30 de la mañana.


La furgoneta nos ha recogido a las 8:30 rumbo al puerto para hacer el buceo. Cuando hemos llegado nos hemos encontrado con un barco gigante, lleno de gente que iba a hacer snorkel, otros a hacer el buceo de descubrimiento que puedes hacer sin titulo y 14 buzos mas que íbamos ya pensando que esta empresa pensaba mas en hacer dinero que en un buceo profesional. 


No nos equivocábamos. East Marine no está preparada (o dispuesta) a ser una empresa de buceadores, si bien mas a ser una empresa que saca dinero con los turistas, a los que también ofrece buceo, para sacarles también dinero por ahí. 

No tuvimos briefing, nuestro equipo dejaba bastante que desear (el chaleco de Myriam perdía aire en alguna junta y el mío el botón de hinchado no podía pararse, así que fui todas las inmersiones sin aire en el chaleco), nuestro guia no miraba nunca a ver donde estaban sus buzos, perdió a uno de nosotros en la primera inmersión y a mi durante un rato (no te preocupes mama, que había tanta gente que me reenganché con otro grupo y listo), no nos enseñaba nada de lo que había que ver y además pensamos que no era dive master porque no era muy bueno buceando (y para que lo digamos nosotros que somos todavía novatillos....) ademas no recordaba su numero de instructor y eso, señores, no lo olvida uno jamás. 

Seguro que se lo saben mejor que el DNI. Porque otra cosa no, pero el mundo del buceo está lleno de frikis, y no niego que el chaval hace su esfuerzo, pero no era un profesional. Y eso la culpa la tiene la empresa, que engaña y pone a mas guías de los que tiene, solo para poder cobrar mas pasta. Ni siquiera nos pidieron el seguro de buceo. Ademas las zonas en las que nos "asignaron" las inmersiones eran unas zonas de agua bastante turbia, sin corrientes, sin luz, y casi sin profundidad, porque mucha parte de la inmersión la hicimos a 5 o 6 metros. Para los que quieran datos son "Grouper farm" y "coral Garden" en Pulau Payar, cerca de Langkawi. 

Yo pienso que como es temporada alta, para controlar tantos buzos, los ponen a todos en zonas tranquilas, poco profundas y así caben mas. Supongo (por pensar bien) que si vienes en temporada baja o media, te llevarán a zonas de inmersión mejores, te atenderán mejor y te darán mejor equipamiento. Pero tengo la sospecha de que no. El caso es que el buceo, dentro de lo que cabe, no fue una mierda, pero si que fue decepcionante. fuimos a  Pulau Payar, que se supone que es un parque natural y debe ser extraordinario en otras zonas distintas a donde buceamos nosotros. De hecho cuando fuimos a comer a la playa, vimos el agua cristalina que había en esa zona, y los tiburones que pasaban a medio metro de tus piernas cuando todavía no te llegaba el agua a la cintura, (black tip de menos de un metro, pero tiburones al fin y al cabo). Y si nadabas un poco mas profundo otros tiburones de un par de metros podías ver debajo de ti en aguas transparentes nadando entre corales de colores. 

Porqué no buceamos en esas aguas? todavía es un misterio, pero si tenéis la oportunidad de venir a esta zona, y quereis bucear, por favor, elegid otra empresa. Así haremos que verdaderamente los que amen este deporte sean los que se encarguen de su explotación y no los oportunistas. 

En fin, ya me he desahogado, pero es que me da rabia que para dos inmersiones que hacemos aquí pues sean tan decepcionantes, pero igual es mi culpa por hacerme muchas espectativas, porque a pesa r de todo vimos un caballito de mar, varias gambas, una langosta gigante, un mero gigante que casi nos ataca, al igual que otro titan triggerfish enorme pero poco dispuesto a posar, una morena que no acababa de salir de un agujero, otro puffer gigante que no se asustaba ni aunque lo tocaras, dos estrellas de mar rarisimas, media docena de peces payaso (Nemos) un par de ellos de colores que nunca había visto, angel fish de distintas variedades, peces loro y miles de corales y anemonas, aunque muchas de ellas decoloridas, supongo que de la subida generalizada de las temperaturas del agua. algo que en Tailandia también están sufriendo ultimamente y por lo que creo que cerraron al buceo parte de la zona del parque natural de las islas similan. 

Las fotos no son muy buenas, por lo que os digo del a visibilidad, pero pongo algunas que me gustaron. 
Por cierto, en la foto en la que salgo yo con unos hierros, es porque pone malasia en el cartel de algo como basura que hay allí y nadie se ha parado a pensar en quitarla. Aquí hay mucha mierda en general en las playas y supongo que les hace falta una politica de limpieza costera para todo el turismo que empieza a desbordarles. También podeis ver la poca visibilidad del agua a menos de 2 metros del objetivo de la camara y 5 metros de profundidad. 



Por cierto, el tipo que sale con myriam en la ultima foto soy yo sin bigote, por si alguien no me reconoce. jajajaja. es que es mas comodo para bucear porque no se te mete agua por las gafas, pero la verdad es que parezco 5 años mas joven. 

Despues de las dos inmersiones volvimos al hotel con ganas de dormir, pero nos repusimos y salimos a cenar en moto. 
Vimos un restaurante malayo en el que tenían pescado fresco que preparaban a la brasa envuelto en hoja de platanero y nos comimos un pez de nombre desconocido que estaba para rebañar el plato, junto con una langosta (pasable) y una Gamba King Prawn que era mas grande que la langosta y todo. 

Cuando estamos terminando de cenar nos dimos cuenta de que no llevábamos la tarjeta y que teníamos sólo  50 euros en Ringits en el bolsillo. Al poco nos relajamos cuando pedimos la cuenta y nos dijeron que todo el festín nos salía por 45 euros. (los dos, eh?) bebidas y entrantes de samosas incluidos. 
Cuando llegamos a las motos vimos por sorpresa que Myriam se habia dejado las llaves puestas en la suya junto con el casco, y es que este es un pais muy seguro, y en seguida te acostumbras a que no pasa nada, y dejas la camara en la mesa mientras vas al baño, o en la moto mientras das un paseo por la playa. Vamos a tener que reeducarnos a la desconfianza en el projimo para cuando volvamos a la jungla de Madrid. 

Ya mañana es el ultimo día. Que pena. Oooohhhhh !!!!!

miércoles, 4 de enero de 2012

Dando una vuelta en moto a la isla

Antes de nada, decirle a mi madre que no hemos tenido ningún accidente ni sustos ni nada. Yo sé que te dan miedo las motos, pero hemos tenido cuidado.
Ayer decidimos alquilar una motillo para dar la vuelta a la isla. Con las carreteras que hay, y el ritmo caribeño al que conduce la myri, es imposible dar la vuelta a la isla en menos de una semana, y eso que solo tendrá unos 80km de circunferencia.


El caso es que por la mañana hemos ido a alquilar unos vehiculos motorizados y despues de preguntar en mil sitios hemos conseguido dos trastos que al menos tenían frenos y las ruedas no estaban lisas. El resto de opciones eran mas preocupantes, asi que cogimos lo mejor que había, y tirando millas llegamos a la primera playita desierta, de la que no hicimos fotos, pero que tampoco era nada del otro mundo, ya se sabe, caminito por entre las palmeras, playa desierta, arena blanca, y mar calentito. 

Luego seguimos rumbo hacia el Cable Car. Es un teleférico que te sube a la montaña de la isla desde la que se ve todo y es flipante. Llendo hacia allá, por todas partes vimos monos en el arcen de la carretera. Me acordé del capitulo en el que Frank de la Jungla hacía casi un reportaje de una historia parecida en Tailandia, como si fuera una carretera tan recóndita que hasta había monos. Aquí los hay por todos lados, y lo raro es no atropellar a alguno. 

Cuando llegamos al teleferico, la temperatura podría rondar los 42º con un 100% de humedad. Estamos pasando mucho calor. Demasiado. Luego llegas a las tiendas y con el aire acondicionado a tope pues te pones malo. Y Claro, a ver cómo explicas en la empresa que despues de pegarte 15 dias en la playa vienes con anginas y te pillas una baja. (Es un suponer eh? Jejejeje). 

La subida en el teleferico es espectacular porque en poco tiempo subes un desnivel de 800metros por una jungla densa, y en una cabina de un metro y medio de largo por uno y medio de ancho, es toda una experiencia. 
Cuando llegas arriba tienes ganas de pegarte otra vuelta, como en la feria en los cacharritos. Lo unico que aqui cuesta 15€ (60 Ringits) por barba, que nos pareció una pasada para los precios de aquí. 

Arriba tienen dos miradores, uno para ver las islas que hay en la parte sur (unos dicen que 95 y otros que 195) y el otro mirador para ver las puntiagudas y verdes montañitas del norte. 





Entre dos de esas montañitas han construido un puente colgante metalico con forma de media luna que es tan espectacular de verlo como de cruzarlo. 

Para llegar a el tienes que bajar unos cien mil escalones que luego te esperan a la vuelta como un bofetón en la cara, pero merece la pena todo el paseo.






Lo que si pinchamos esta vez fue con la comida, porque nos dió la hora de comer y el hambre (que muchas veces no van unidos) en un sitio en el que solo había hamburguesas de plastico con sabor a ternera y haburguesas de plastico sin sabor ninguno a pollo.

Pedimos una de cada para comprobarlo y efectivamente, asi fue. La peor comida del viaje en el mejor sitio posible, en lo alto de la montaña con unas vistas espectaculares.



No se puede tener todo.

Una vez hecho el turisteo tipico, decidimos buscar playas virgenes (que ilusos) por la zona norte, que en el google earth parece que son las mas paradisiacas. Y deben serlo, porque es donde están los resort mas de lujo en los que ni siquiera puedes entrar a tomar una cerveza. 
Que conste que lo intentamos, pero nos echaron del hotel Datai, con la amabilidad que caracteriza a los asiaticos.  

Sin mas dilación volvimos a nuestro pueblecito con el rabo entre las piernas, pero decidimos hacer otro intento en uno de los hoteles locales. Aqui hubo mas suerte y pudimos cenar a la puesta de sol en un restaurante en plena playa. Un tipo Australiano cantando temas de toda la vida amenizó una velada estupenda. Estas estan siendo unas vacaciones de primera.

Primeros días en Langkawi

 Por fin tengo un huequecillo para escribir.

Estos días lo estamos pasando tan bien que no había encontrado un momento ni para seleccionar las fotos. Llegamos a casa destruidos y caemos en la cama rendidos para madrugar al día siguiente y seguir haciendo cosas.

El primer día llegamos al aeropuerto de Langkawi, que es de esos que aparecen en las peliculas que están en medio de la selva y que sólo despega un avión cada ciertas horas y mientras los pasajeros descendemos y caminamos tranquilamente por la pista, seguros de que no va a venir ningún avión en mucho tiempo. 

El hotel también es una pasada. Se llama Villa Molek, y si bien, es un poco caro, la experiencia merece la pena. Es un complejo de 12 villas, cada una de 60m2 con dormitorio, baño, cocina, salón y terraza que da a la piscina. Os dejo fotos de toda la casa porque aún estamos flipando. 
Nada mas llegar nos pegamos un baño en la pisci y nos fuimos a la playa que tenemos a 200m.

Lo cierto es que, en cuanto a playas, decepciona un poco, porque la arena no es tan fina y blanca como en el caribe y el agua no es tan transparente y cristalina como en otras zonas, peeeero, tampoco está mal, y las vistas del atardecer y la puesta de sol desde Palau Cenang que es la playa en cuestión, son impresionantes. 



Fuimos a cenar a uno de esos chiringuitos que están un poco mas retirados de la primera linea de playa (porque la primera linea ya la ocupan solo los resorts de lujisimo), fuimos a uno de esos que parecen mas baratos (y lo son) pero que tienen pinta de hacer los platos mas ricos (y los hacen). Es un restaurante chino (chicos, no tienen nada que ver con lo que llamamos restaurante chino en España, de hecho, no tienen ningún plato de los restaurantes chinos que conocemos), en el que sirven verduras, sopas, pescados y mariscos. 

Pedimos una especie de espinacas chinas de aguas, pasadas por el wok con nosequé salsa y nosecuales chiles picantes. Se llama Morning Glory y nos lo recomendó nuestro recien conocido pana León, Chef de Venezuela que vive en Hanoi y de comida asiática nos ha descubierto un montón de cosas. 

También pedimos un pescado que en malayo (obviamente) se llama parecido al inglés: Grouper / Garopa / Mero en castellano.
Cual no sería nuestra sorpresa cuando coge una red, se acerca a una piscinilla que tiene al lado del restaurante y engancha a un desafortunado (y riquisimo) ejemplar, que prepara con ensalada de mango, chile y anacardos, tan rico que no dejamos ni las raspas. 
Luego nos entró cagalera y lo echamos en un ratillo, pero por lo menos algún tiempo estuvo en nuestras tripas. Es que aquí en cuanto tomas unos hielos, te jiñas. No es que te entre una diarrera de varios días con dolores abdominales y mal rollo. Simplemente echas lo que sea y listo.

Y el primer día no hicimos nada más. Bueno sí, estuvimos tomando unas cerves en un sitio muy bonito en el que me picaron 153 mosquitos (contados), pero tampoco duraron mucho las picaduras. Me eché pomada y en unas horitas, ni pica ni rasca. 

Y así son las cosas en la isla, los males vienen y se van sin dejar huella y las cosas bonitas perduran para siempre en nuestra memoria, (en mi caso, en el blog). 

Hasta mañana. 

lunes, 2 de enero de 2012

Ultimo dia en kuala lumpur...

Despues del día de resaca llegó la calma, pero nos pilló sin fuerzas para hacer muchas más cosas en Kuala Lumpur. Salimos al centro comercial para comprar unos sellos y nos llamó la atención que, si bien está muy mal visto que agarres por la cintura o de la mano y mucho menos que beses a tu chica en publico, en cambio está totalmente aceptado que dos hombres o mujeres vayan dadas de la mano, agarradas o incluso se abracen en forma cariñosa. En estos tiempos ya no nos parece raro nada, pero cuando vimos a estos tres chicos tan acaramelados no pude evitar echarles una foto. Asi que este post lo voy a dedicar a cosas curiosas que me dejé en el tintero.
  
y ya que estoy contando cosas curiosas, seguiré por el idioma. El malayo es un idioma complicado de entender hasta que te das cuenta de que muchas palabras se pronuncian mas o menos igual que en inglés pero se escriben distinto. Así restaurante en malayo es restoran, taxi es teksi, recivo es receis, y muchas otras palabras. Asi que si estás aprendiendo malayo, y no sabes como se dice una palabra, dila en inglés y cmabiala un poquito, seguro que aciertas.


Para mi hermano, si es que está leyendo el blog, le dedico esta otra curiosidad del mundo del automovil, y es que aquí hay muchas marcas que no había visto en mi vida. Una de ellas es protón, que al parecer tiene un coche compitiendo en el mundial de rallyes y es bastante bonito. Igual podrías plantearte importarlo en España.... seguro que es barato.
  

Mas cosas curiosas que hemos visto es que en casi todos los templos que hemos visitado aparece la cruz esvástica, tanto chinos como hindúes. Es como la que llevaban los nazis pero con los brazos al reves. Al parecer se encuentra presente desde las primeras civilizaciones, representa al Dios Sol, o la suerte o la reencarnación.

Se cree que los Nazis empezaron a utilizarla ya que la identificaban como el simbólo mas puro del hombre de raza aria. Y es que la raza aria pura viene de la India. Pero esa es otra historia que un día os contará mi amigo Isaac que está preparando unas conferencias super interesantes. Ya os dare mas detalles.

Siguiendo con el día, fuimos a comer a nuestro restaurante Indio-Malayo favorito, Nasi Kandar Pelita, que nosotros pensabamos que era un sitio recondito que habíamos descubierto, y resulta que es una cadena de restaurantes que originalmente fue un puesto de venta callejero y empezó a crecer hasta convertirse en el emporio actual.

Nos dimos cuenta al pedir una botella de agua que nos trajeron con la etiqueta de la marca del restaurante y ver que hasta tienen pagina web y todo. El caso es que la comida es estupenda allí y superbarato. Asi que lo recomendamos, aunque sea una cadena de restaurantes.

Lo cierto es que también ocurre con los puestos de comida callejeros de la calle Jalan Alor, que la mayoría son propiedad de unos chinos que se han hecho con casi la totalidad de los carros de comida de la calle, y aunque la comida es artesanal y callejera, pertenece también a una big company. Que se le va a hacer... el caso es que el Dim Sum que cenamos vale la pena.

Alli conocimos a la dueña de un hostel barato pero con encanto (segun nos dijo) que nos estuvo contando cosas del pais. Como por ejemplo que existen algunos pobres que van mendigando, que tienen minusvalias (ciegos, cojos...) Y que van cantando una especie de karaoke mientras pasan por las calles.
Al parecer, antes a los que tenían alguna deficiencia les permitían mendigar siempre que fuera mediante la musica, canto, o interpretación instrumental. Esto fue degenerando y se llevaban a cabo mutilizaciones para poder tener permiso a mendigar, y en la actualidad existen grupos de mafias chinas que explotan a estas personas por las calles. Increible historia que tendremos que contrastar. No nos vamos a creer todo lo que nos digan, pero parece curiosa.

La ultima noche utlizamos un medio de transporte que hasta entonces no habíamos probado. El monorail. Es como un vagón de metro anclado a una estructura de cemento y que se desplaza mediante corriente magnetica o algo así entre las distintas estaciones. Hasta ahí todo normal (hay muchas ciudades con este tipo de transporte). Lo que nos llamó la atención es que aquí, las empresas patrocinan a las estaciones. Así DHL transportes es la marca oficial de la estación Titwangsa, mientras que KENTUCKY FRIED CHICKEN patrocina la estación de Raja Chulan.


Finalmente cogimos el avión a Langkawi por la mañana, y llegamos al precioso hotel en el que vamos a pasar el resto del viaje. Pero esa, es otra historia.